¿Con que frecuencia utiliza la máquina de remo?

¿En qué consiste la Máquina de Remo?

Un remo simula la acción de remar, es decir, es una combinación de un movimiento de tirón y empuje (“pull-push”), siendo la resistencia ofrecida por el agua (se simula en la máquina), además del rozamiento que exista entre los engranajes. Por tanto, mediante la ejecución de esta máquina, estaremos realizando una actividad que aúna Fuerza y Resistencia en el plano horizontal.

 

En el caso de la Máquina de Remo, y a diferencia por ejemplo de una bicicleta estática, si vamos a mediar la capacidad física de la persona, en este caso podremos testear tanto el tren inferior como el superior, dado la implicación de todo el cuerpo en cada remada. Así, conseguimos obtener un resultado más aproximado con la realidad.

 

Principales beneficios de la Máquina de Remo

La acción de remar es sumamente fácil de aprender.

 

En este sentido, cualquier persona, sin importar su condición física, o si recién comienza en sus andaduras en el entrenamiento fitness, podrá disfrutar de los beneficios de la Máquina de Remo.

 

No hay riesgo de lesiones

No provoca un impacto articular como otros deportes, además que para aquellos con sobrepeso, la manera en la cual las rodillas deben mantener la carga será más liviana. En la Máquina de Remo, nos desplazamos en horizontal, así no se necesita soportar, y además producir el impacto, como sería en actividades realizadas de pie.

 

Mejora Cardiovascular

Cualquier actividad de intensidad media va a originar una serie de beneficios para nuestro sistema cardiovascular, desde el propio músculo cardíaco, hasta el sistema de transporte de oxígeno, sanguíneo.

 

 

Divertido

La Máquina de Remo puede ofrecer “horas de diversión” y de un rato ameno… En algunos casos puede ser el mayor suplicio, pero por término general, todas las personas que la prueban, se quedan convencidos y la eligen como “su máquina de cardio”. Escuchando un buen podcast, podemos remar km y km…

 

Técnica de Remo, ¿cómo remar?

Aunque a simple vista parezca un movimiento sencillo de empujar y tirar, no lo es en absoluto. En la mecánica del remo debe existir una secuenciación de las fases del ciclo de movimiento completo lo más precisa y rítmica posible para lograr una buena eficiencia durante el ejercicio, independientemente de si realizamos sesiones largas de 3 kilómetros o más, series cortas o intervalos de intensidad.

 

Como cualquier otro ejercicio que requiera de una óptima técnica de ejecución, si ésta no se realiza adecuadamente lo único que conseguiremos será sobrecargar en exceso la musculatura implicada, aumentar las probabilidades de lesionarnos y no conseguir el objetivo propuesto.

 

El ciclo de remo se puede dividir en 3 fases:

 

Posición inicial: en la cual mantendremos las piernas flexionadas y los brazos completamente extendidos delante de nosotros. Es importante que tengas en cuenta la posición de tu espalda tanto en el inicio como durante el mismo, por lo que ésta debe estar recta sin exagerar las curvaturas cifóticas ni lordóticas.

 

Ésta posición de arranque es de suma importancia pues va a definir la calidad de cadencia en la remada y por tanto la eficiencia en el el movimiento del ciclo.

 

Iniciamos el movimiento extendiendo las piernas y empujándonos hacia atrás. Justo en el mismo momento de máxima extensión será cuando tiramos del remo hasta llegar a posicionar el maneral por debajo de tu pecho. El torso se inclinará parcialmente hacia atrás.

 

En esta fase volvemos a la posición de arranque inicial. Primeramente extendemos los brazos por completo llevándolos de nuevo al frente y seguido dejamos que flexionen nuestras piernas para llevarnos a la posición de inicio.