¿Conoces la sustancia creatina que produce tu organismo?

La creatina es una sustancia biológica que se encuentra de forma natural en nuestro organismo y se sitúa en mayor proporción en los músculos esqueléticos.

 

En el músculo y en todo el cuerpo el principal sistema de energía es aquel que involucra la creación de ATP (adenosin trifosfato) que necesita recuperarse constantemente para que el músculo pueda seguir trabajando. En este sistema, tiene gran influencia la PC o fosfocreatina, que almacenada en grandes cantidades a nivel muscular, permite recuperar el ATP y continuar entrenando a igual rendimiento.

 

Entonces, la finalidad principal de suplementar creatina es incrementar los depósitos musculares de fosfocreatina y así, aumentar la capacidad de realizar ejercicios físicos y de recuperar la energía en menor tiempo. Además, la intensidad y la duración del ejercicio que se tolera va a ser superior con mayores depósitos de fosfocreatina muscular.

 

Por todo lo antes dicho, la suplementación con creatina ofrece los siguientes beneficios:


  1. Reduce la producción de ácido láctico que induce el desarrollo de fatiga, debido a que permite prescindir de la glicólisis anaeróbica como fuente de energía. 

  2. Permite incrementar el rendimiento deportivo. 

  3. Acelera la recuperación entre series y ejercicios. 

  4. Favorece el entrenamiento para lograr hipertrofia al permitir más intensidad y duración del ejercicio.


Para que los resultados sean notables, es preciso que el entrenamiento acompañe el logro de determinados objetivos, ya que de nada servirá suplementar con creatina nuestra dieta si lo única que hacemos es ejercitarnos 1 hora diaria regularmente. Es decir, sólo si queremos incrementar el rendimiento, la intensidad y la duración del ejercicio con fines deportivos o para lograr hipertrofia, podrá ser útil la creatina.

 

Además, es importante no sobrepasar la dosis recomendada, ya que los excesos no se utilizan por el cuerpo y se excretan por orina pudiendo causar efectos indeseados como consecuencia de su incorrecto uso.

 

La dosis recomendada suele variar según la bibliografía que se consulte, aunque en la mayoría de éstas, se aconseja un promedio de 20 a 25 gramos por día o alrededor de 0.2 gramos por kilogramo de peso corporal. Algunos estudios aseguran que dividir el total diario en 4 a 6 tomas facilita su absorción y llegada al músculo y más aún, si se consume junto a carbohidratos que estimulan la liberación de insulina.

 

Entre las consecuencias del uso de creatina, se señalan que durante su absorción y almacenamiento el proceso de ósmosis arrastra agua, por lo que debe tenerse mucho cuidado en la hidratación del deportista y además, ésto puede implicar un aumento de peso que puede resultar perjudicial para el desempeño deportivo.

 

Sin embargo, la creatina no constituye una amenaza para la salud, pero debemos saber que se encuentra de manera natural en los alimentos cárnicos y por ello, sólo será necesaria su suplementación en ejercicios de alta intensidad o bien cuando la intensidad es elevada y el período de recuperación corto, tal como sucede en levantamientos de cargas máximas.

 

Siempre es importante seguir las indicaciones y recomendaciones de ingesta y dosis que se señala en el producto por el fabricante o industria de origen, de esta forma, evitaremos un uso incorrecto que puede ser inútil y generador de grandes costos económicos.