Beneficios del ajo

El ajo es un alimento con muchos beneficios y propiedades. Lo podemos considerar imprescindible en nuestra cocina. Este bulbo primo hermano de las cebollas ya contaba con muchos adeptos miles de años atrás gracias a sus beneficios como condimento.

 

El ajo es un alimento que destaca por su contenido calórico, más de 100 kcal por 100 gramos, pero como su uso no es masivo en la cocina el aporte calórico es casi despreciable. El contenido nutricional del ajo es sobre todo a base de hidratos de carbono, aunque también tiene algo de proteínas (5 gramos/100 gramos).

 

El ajo es un alimento vasodilatador gracias al compuesto alicina, lo que ayuda a que la sangre llegue a todos los rincones del cuerpo y que en cierto modo se prevengan las placas de ateroma formadas por el colesterol. Este efecto vasodilatador también ayuda a controlar la hipertensión y por tanto prevenir enfermedades cardíacas.

 

 

 

También ayuda a evitar la formación de trombos sanguíneos, haciendo que la sangre sea más fluida, por lo que es un alimento excelente para personas que hayan tenido problemas de trombosis o embolias. Además, el ajo es diurético, ayudando a la retención de líquidos y tiene efecto bactericida y antiséptico.

 

El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína. Esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas.

 

El ajo es descongestionante y un buen antibiótico natural para tratar problemas pulmonares. Si sufres de sinusitis o estás pasando una época con mucha tos, puedes hacer vahos o prepararte algún jarabe a base de ajo.

 

El ajo es rico en antioxidantes que nos permiten proteger y regenerar la piel, estimula la renovación celular y combaten el acné. Para beneficiarte de estas propiedades solo tienes que tomar un diente de ajo en ayunas seguido de un vaso de agua.