El sustituto en lugar de azúcar puede ser dañino

La mayoría de los edulcorantes tienen uso industrial con el objetivo de reducir la cantidad de calorías, ayudando a disminuir el incide de obesidad. Lo malo es que al ser tan dulces provocan que nuestra aceptación por el dulzor incremente, haciendo que consumamos más cantidad de productos con azúcar añadida. Se recomienda buscar alimentos que no contengan azúcar añadida y disfrutar el sabor natural del alimento.

 

Los nutricionistas aconsejan a quienes estén siguiendo un plan para perder de peso que limiten el consumo de alimentos y bebidas que contengan endulzantes artificiales en parte porque los mismos pueden conllevar un componente psicológico. Si usted bebe un refresco de dieta, por ejemplo, es más probable que más tarde considere comer algo dulce o que le engorde.

 

Aunque algunas bebidas “sin azúcar” contienen endulzantes artificiales y contribuyen cero calorías, de todas formas, las mismas transmiten a las papilas gustativas el mensaje de que usted prefiere un sabor más azucarado o dulce. A pesar de que los sustitutos del azúcar se consideran seguros, a usted simplemente le convendría mejor utilizar el producto real (el azúcar) en menor cantidad en vez de consumir gran cantidad del producto que no es real.

 

 

Un estudio reciente encontró que las dietas altas en sacarina, un endulzante artificial, causan cambios en los ratones y en las personas, y dichos cambios pudieran tener como consecuencia obesidad o diabetes tipo-2. El endulzante alteró los microbios en los intestinos, lo cual menoscabó la habilidad que tiene el cuerpo para procesar la glucosa, o azúcar en la sangre, dijeron los investigadores. Otros endulzantes pudieran causar problemas parecidos de intolerancia a la glucosa lo cual puede resultar en diabetes, como lo han reportado algunos estudios.

 

Principalmente promocionados como una opción para el control de peso, estos compuestos proporcionan el dulzor del azúcar sin las calorías del azúcar. Los alimentos libres de azúcar se elaboraron originalmente para los diabéticos ya que dichos alimentos resultan tener un impacto menos marcado en las altas de niveles de glucosa en la sangre, en comparación con los mismos alimentos ricos en azúcar. Los sustitutos del azúcar son de 200 a 700 veces más dulces que el azúcar regular.