La meditación

Las personas que practican meditación en el largo plazo, tienen cerebros “menos viejos” que las personas de la misma edad que no lo hacen. Los participantes que han meditado por más de 20 años tienen más volumen de materia gris.

Disminuye la actividad en las zonas del cerebro que hacen que nos cuestionemos a nosotros mismos. Dado que éste tipo de pensamientos se asocia, tradicionalmente a una menor felicidad, es la meta de muchas personas el disminuirlos.

Apenas unos pocos minutos de meditación pueden reducir el estrés y disminuir los efectos de una depresión. Los científicos coinciden en que la meditación, si bien es poderosa, no es mágica: Pero sí es una poderosa herramienta para ayudar a manejar los síntomas de las personas con problemas.

Un estudio mostró que 8 semanas de meditación (una especialmente hecha para disminuir el estrés) podría aumentar el grosor del hipocampo, el responsable del aprendizaje y la memoria. Asimismo, se registró una tendencia de disminución del volumen de la amígdala, responsable del miedo, la ansiedad y el estrés.

Tener problemas de concentración y de atención no es sólo un tema de los niños; afecta a millones de adultos en todo el mundo. Un estudio reciente realizado en Canadá mostró un efecto interesante, pero no sorprendente, de la meditación: Aumenta considerablemente (sobre un 16%) las capacidades de concentración en la vida cotidiana, lo que genera mejoras en la calidad de vida y un aumento de la felicidad.

La meditación ofrece innumerables beneficios para tu cuerpo, mente y espíritu. El descanso que logras en la meditación es más profundo que el sueño más profundo. Cuanto más profundo es tu descanso, más dinámico será tu actividad.

La meditación lleva el patrón de ondas mentales al estado alfa, la cual promueve la curación. La mente se refresca, se vuelve delicada y hermosa. Con la meditación, tu psicología sufre un cambio, y cada célula de tu cuerpo se llena de energía.