¿Para qué sirve la vitamina K?

La vitamina K, también conocida como la “vitamina antihemorrágica” tiene como principal función, colaborar en el proceso de coagulación de la sangre; sin ella, tendríamos múltiples hemorragias internas. Recientemente, se ha descubierto que también ayuda a mantener fuertes los huesos y la deficiencia de la misma, puede generarnos alternaciones en la absoción intestinal y lesiones gastrointestinales.

 

Se ha comprobado que la vitamina K ayuda a prevenir la calcificación de los tejidos (acumulación de un exceso de calcio), ayudando a evitar enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos y derrames cerebrales.

 

¿Qué alimentos debemos incorporar a nuestra dieta si nos falta esta vitamina?

 

Principalmente, verduras de hoja verde: la espinaca, los coles de brusellas, la acelga, las hojas de mostaza, el berro. Asimismo, se encuentra presente en la lechuga, en la cebolla de verdeo, kiwi, moras y ciruelas pasas.

 

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Condimentos tales como el vinagre, la sal, el ajo, la mostaza y especias como chile, pimentón, orégano también son fuentes ricas de vitamina K pero no contribuyen al total ingerido diario porque son consumidas en pequeñas cantidades. El pescado, el hígado, la carne de res, los huevos y cereales contienen cantidades de esta vitamina, pero en menor cantidad.