Trabajar los oblicuos: todo un reto

Todos queremos tener un abdomen de lujo y cuando tenemos que realizar ejercicio nos cuesta definir cuál es la parte de nuestro cuerpo que deberíamos trabajar primero. Bueno, aunque la gente diga que no hay una más importante que otra, pues los oblicuos están en las prioridades de cualquier otro ejercicio por realizar. Es por eso que si se quiere poner énfasis en trabajar los oblicuos, se pueden considerar una serie de ejercicios en particular

 

Estos músculos son dos pares (derecho e izquierdo), aunque su trabajo sea en conjunto: oblicuo interno o menor y oblicuo externo o mayor. Este último par de músculos se encuentra en la capa más superficial, y van desde la parte inferior de las costillas hasta la pelvis, formando una V. Para ubicarlos se puede poner las manos en los bolsillos, y el antebrazo quedará cerca del lugar.

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Ambos pares de músculos se encargan de la flexión de columna y la contracción del abdomen, motivo por el cual trabajan en cualquier ejercicio abdominal como sinergistas. Para que sean agonistas y lograr un trabajo más específico, se deberá optar por ejercicios en los que se desarrolle su otra función: la flexión lateral y rotación del tronco.

 

Entre las ejecuciones a seleccionar se encuentran:

 

  • Oblicuos tradicionales: Acostado boca arriba y con la espalda apoyada en el suelo, se busca acercar el tórax en diagonal a la pelvis, de manera que se rote en el sentido de las fibras de estos músculos. El hombro contrario al lado que se quiere trabajar debe quedar apoyado en el piso (para no contraer el lado opuesto) y la cadera debe permanecer estable. En este ejercicio, el recto mayor del abdomen actúa como sinergista.

 

  • Twist Soviético: La posición es similar a la anterior, pero los brazos estarán extendidos en línea vertical sobre los hombros. La cadera permanecerá estable y la zona lumbar apoyada. Manteniendo la extensión de brazos, con el abdomen contraído se realiza una torsión de tronco hacia un lado y hacia el otro. Además del recto mayor, el transverso del abdomen también colabora en la ejecución.

 

  • Oblicuos a una pierna extendida: las consideraciones técnicas son casi las mismas que en la variante tradicional de oblicuos, pero en este caso una de las piernas (la del lado que se quiere trabajar) debe estar extendida (la otra flexionada con la planta del pie apoyada). Se trata, claro está, de un trabajo más exigente.

 

  • Oblicuos con las piernas a un costado: las rodillas se doblan y se dejan a un lado. Los hombros van pegados al suelo y se realiza una flexión de tronco que permita elevarse.

 

  • Oblicuos de costado: con todo el cuerpo de lado, realizar una flexión lateral, de manera de contraer el músculo que se encuentra mirando hacia arriba.

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En todas estas ejecuciones, la idea es una sola: priorizar la acción de rotación del tronco y la flexión lateral. Si bien, como se dijo al principio, el trabajo abdominal es integral (y que saludable que lo sea), si se quiere tonificar con mayor precisión cada parte del mismo será necesario considerar las distintas variantes.